YO

Ante la imperativa pero muy fundada exigencia de nuestra común amiga Mariluz, retándome e instándome a que muestre mis encantos faciales en un tamaño adecuado para poder comprobar fehacientemente la veracidad de mis afirmaciones expresadas en la entrada de Claudia Schiffer, tras mucho reflexionar, he llegado a la conclusión de que vengo obligado moralmente a satisfacer dichas pretensiones.

Por tanto, he aquí un autorretrato suficientemente, en mi opinión, ilustrativo.

Soy consciente de que la fotografía adolece de calidad, (yo no busco la excelencia fotográfica), pero entiendo que os podréis hacer una idea clara de que lo que afirmo, lo hago con fundamento.

Como no me considero cualificado para exigir nada a nadie, si me atrevo a suplicarte, Mariluz que, en justa correspondencia, nos deleites con tu maestría habitual, exhibiendo otro autorretrato tuyo.

Prometo solemnemente no fijarme en tu belleza exterior que, pese a que tu fotografía tiene exactamente el mismo tamaño que la de mi perfil, queda perfectamente demostrada.

Si me fijaré en tu belleza interior porque yo, mientras no se me demuestre lo contrario, creo en las personas, necesito creer para seguir viviendo. Esa sí es una exigencia moral para mí.

Y, por supuesto, creo en tí.

Palabra de honor.