Seguidores

jueves, 14 de julio de 2011

"CANTO VENTANA".- (Una historia para no dormir).

Antes de ver las fotografías, considero necesario explicar la historia, (lamentable historia), de estas tomas.

Siguiendo la más pura ortodoxia narrativa, que nos dice que una buena historia ha de tener tres partes bien diferenciadas, ésto es: presentación, nudo y desenlace, trataré de explicar mi odisea respetando tan básicos principios.


Resulta que tengo un amigo, (o eso creía yo), que se llama Pedro. Ya sé que se podía llamar de otra manera, pero no. Se llama Pedro. Mis amigos tienen estas cosas.

Un buen día, me dijo:

- ¿Tu conoces el "Canto Ventana"?
- ¿Ezo qué ez lo que ez? - Le contesté intrigado.
- Pues, una roca que tiene una ventana natural.
- ¡Aaaahhh! Gracias por la aclaración.
- Si quieres vamos mañana a verlo y la puedes fotografiar...


Evalué mentalmente el ofrecimiento, pensando que si Jesús le dijo a Pedro, "tu eres piedra y sobre ella edificaré mi Iglesia", (Mateo 16:13-20), llamándose mi amigo también Pedro, lo lógico es que entendiera también de piedras bastante, ¿no? Así que, me mostré ilusionado e intrigado.


- ¿Está muy lejos? - Pregunté no obstante, todavía no muy convencido.
- ¡Qué va! Es un paseo por el campo muy agradable.


De esta manera, al día siguiente, vestido convenientemente con mi traje de Indiana Jones, aunque sin sombrero, (luego lo lamentaría), nos pusimos en marcha temprano por la mañana.


Los pájaros trinaban a nuestro alrededor y la imagen del campo era de lo más bucólica. El día era muy soleado y, pese a que la temperatura aumentaba un grado cada minuto que pasaba, el "paseo" se me antojaba de lo más placentero.


Pero, horas más tarde, después de recorridos unos 182 kilómetros aproximadamente, con cuarenta grados a la sombra, (inexistente), campo a través, por senderos forestales impracticables, escalando montañas escarpadas a pelo y salvando precipicios amenazantes, con unos ocho mil millones de moscas y mosquitos revoloteando sobre mi cabeza con ese zumbido tan "agradable" y después de haberme aporreado por todas partes de mi cuerpo a manotazos para espantar a estos insectos tan "adorables", le pregunté a mi amigo Pedro con evidente mosqueo:

- ¿Falta mucho?
- ¡Qué va! Ya te he dicho que es un paseo.
- ¡Joder con el paseo! - Dije  con la dificultad añadida de mi lengua que llegaba hasta mis pies y mi boca en plan lija del cuatro por la falta de agua.


Ya no había vuelta atrás, menos cuando yo no sabría volver por mis propios medios. Así que, decidí seguir a mi "amigo" Pedro, planificando ya mi venganza, si es que sobrevivía al jodido "Canto Ventana".


Para no hacer la historia muy larga os diré que, después de 357 kilómetros recorridos, más o menos, con las suelas de mis botas de Indiana Jones con sendos agujeros como el túnel del metro, mis pies, más que llagados, estigmatizados y reptando más que andando, llegamos al "Canto Ventana".


Estas son las fotos del lugar.




Sí. No os riais, que me cabreo más. Ese agujero que veis ahí es la "Ventana" del "Canto".

- ¿A que es bonito? - Me preguntó con meliflua sonrisa.
- Pues... sí... Le contesté con los ojos inyectados en sangre y mostrando con mi gesto todo el desprecio, rencor y odio que sentía en aquel momento.

Ya sé que las fotos no son buenas. ¿Qué queréis? Si no me podía poner de pie y el estabilizador de imagen de la cámara había decidido dimitir de forma irrevocable bastantes kilómetros más atrás.

En la tercera fotografía, con evidente recochineo, podéis ver asomado en la ventana al ínclito Pedro, sonriendo beatíficamente. Os puedo prometer que, al comienzo de la caminata, era mucho más joven de lo que aparenta en la foto.


- No te preocupes - me dijo - que ahora, a la vuelta, conozco un atajo y se nos hará más corto.
- ¡Coño! ¿Y no podíamos haber venido por el atajo?
- Quería que gozaras del campo, me contestó.


Puedo prometer y prometo que se me pasó por la mente asesinarle allí mismo pero, insisto, como no sabía volver por mi mismo, decidí aplazar la ejecución para un mejor momento.


- Es una pena que no me haya traído el podómetro, así podríamos saber la distancia que hemos recorrido. - Me dijo.
- Yo te lo puedo decir. La que separa Cádiz de Laponia - Le contesté.


Volvimos por el "atajo". Era verdad. Se acortaba camino. Unos veinte metros aproximadamente.


Y aquí acaba la historia.


Como es evidente, Pedro ya no es mi amigo. Muy al contrario, es mi enemigo.


Bueeeeeeno, vaaaaleeee. Pese a todo, sigue siendo mi amigo del alma. Sobre todo después que llegamos arrastrándonos al primer bar que encontramos, (356,980 kilómetros más adelante), y me invitó a unas cervecitas bien frías.


La primera, en vez de bebérmela, me la tiré encima de la cabeza.

He de confesar que es la primera vez que he visto una cerveza hervir.







11 comentarios:

Mª Angeles B. dijo...

Hola solazo!


jajajajajajajajaja ya seran unos pocos km menos los que Pedro te hizo andar, que eres "mu zagerao"

de vez en cuando un paseito por el campo para disfrutar de los monumentos naturales no viene nada mal,pero tambien hay que saber disfrutarlos...
Con un compañero de viaje tan quejica como tu, no se puede ir uno a ningun lugar jajajajajajajajaja.

A quien se le ocurre hacer hervir una cerveza, con lo rica que esta fresquita....

Besos

Montserrat Sala dijo...

Como eres de exagerado, jota ele. el pedrusco era bonito. mejor el conjunto de pedruscos. Y tu amigo, un hombre honesto, que pensaria que estabas más acostumbrado a las inclemencias del tiempo. Desde luego pobre hombre, ir a dar con un señorito urbanitas como tu....!
Ya tiene delito, ya....

Sara dijo...

jajajajajaja, 357 KM andados..pero será mentiroso jajajaja, mira que no tienes perdón, aquí te espero para caminar otros 400 KM ¿te apetece? pero en vez de a canto ventana, nos veremos en la cima más alta de mi zona y así te invitaré a esa cena por tu minuta jajajaja.Pero sólo si llegas a la cima.
Eres la caña JotaEle.Recibe mi abrazotedecisivo y el reto ahí te lo lanzo.

Edward Gryffindor dijo...

Para ponerle un marco; al amigo me refiero.jajajaja. Le salvarón las cervecitas. Saludos andarines.

Juan Carlos dijo...

Es que las cosas curiosas y hermosas tienen el pequeño defecto de no estar al lado del aparcamiento del restaurante. Si lo sabré yo que para llegar a un lago que estaba a "la carreriña de un can" que decía mi abuelo nos anduvimos tres horas campo a través. Luego hubo que volver: otras tres horas. Resultado, cansancio y hambre. Pero mereció la pena. Igual que tus fotos.
Salu2

Ripley dijo...

bueno pues ya estoy por aqui despues de todo el dia desparramando mis encantos por ahí.

este pedro lo veo del otro lado de la imposible ventana pelin enrojecido no se si de verguenza por timidez o por la consciencia del engaño descubierto, en cualquier caso es lo de menos, tú lo que andabas buscando era una coartada para contarnos un capitulo, que toy seguro tendra continuacion.

respecto a lo nuestro si me surge alguna nueva pregunta te la mando y ya te digo como y en que lugar encajarla.

un abrazo

Anónimo dijo...

Vaya caminata te pegaste, he de reconocer que yo sería como Pedro, si veo un higo chumbo que me gusta y está lejos hayá voy yo con mi cámara a intentar fotografiarlo, con el consiguiente mosqueo de mi mujer, pero bueno así somos los incomprendidos aficionados a la fotografía, por cierto Jota conozco una piedra amarilla que está en Estepona, creo que si vas a verla........jejejeje es broma, disfruta paseando,
Un abrazo.

Vittese dijo...

Ja !! me he sentido identificado con tu peripecia, je je incluso me he visto como protagonista de la misma, recordando un par de veces en que muy crédulo accedí a visitar dos lugares que estaban "ahí cerquita" y caminando bajo el sol del verano casi me salgo del continente ja ja!!
Saludos.

Lito dijo...

Más bien parece el ventanuco de la discordia.
Yo creo que Pedro sabía que había que engañarte para hacerte andar. Y que mejor que en un freco verano a pleno sol. ¡A que te supieron a gloria las vervezas!. No sabes agradecer lo que hacen los amigos por ti.
Un abrazo.

Catalina Ginard dijo...

ayyyy...el tikinmikis del señorito madrileñooooo, conste que si no fuese por el derroche poético que has hecho en mi blog, te iba yo a poner bueno jajajja tanta queja joé y el pobre Pedro sufriendo todo el camino tus pestes, solo espero que por dentro se estuviese riendo jajajaja...¿ dónde estaba tu sex-appel de IndiJota eh...eh ?
ainsss, como se nota que no has pasado una guerra...jajajaja


Un besoooo y
disgustá me tienes
por lo abandoná que estoy
ná me gustaría más que ver tus sienes
asomás a mi ventana hoy
y mira que me reprimo
pa que no se moleste tu primo (la rima es la rima jajajaja)
no se vaya a poner celoso
de la suerte que tienes hermoso...

jajajajajaja

es que soy una envidiosa, si tu puedes poetizar, yo más jajajajaja

un besazooooooooooooo.

L. Gispert dijo...

Ja,ja,ja... se me había pasado este post. Pero que gracia tienes, amigo Jota. Aparte eres el amigo más "exagerao" que tengo. Mira, agujericos como ese los veo cada día a patadas con mis excursiones. Esas escaladas me parecen más faciles que subir las escaleras de mi piso -sin ascensor- Y vaya con los mosquitos, haY QUE LLEVAR INSECTICIDA... Estas mayusculas me han salido porque el dedito lo he pulsado mal.
Se nota que tienes que pasear también por el monte... Verás que todo es más fácil que con el cristal que se mira, je,je,je...

El relato fantástico, las fotos sorprendentes y buenísimas...

Anda, que un poco más y me pierdo tan gracioso y genial post.

Un abrazo,

Luis.