La primavera hace renacer la vida en todos los seres vivos. Las flores y plantas lo son y es una delicia comprobar como brotan diferentes especies para nuestro deleite.
Quizás no muchas personas se fijen en las pequeñas florecillas silvestres que crecen en nuestros campos. Su aparente humildad, nos hace parecer insensibles a su exhuberante colorido e indudable belleza.
He aquí mi pequeño homenaje a estas plantas que, en nuestro deambular por las ciudades y campos, muchas veces nos pasan desapercibidas. Deberíamos parar, aunque sólo fuera un instante, nuestro frenético ritmo de vida y contemplar con delectación estos pequeños seres con los que Díos nos regala.
Quizás la verdadera felicidad esté en estas pequeñas cosas.
Quizás no muchas personas se fijen en las pequeñas florecillas silvestres que crecen en nuestros campos. Su aparente humildad, nos hace parecer insensibles a su exhuberante colorido e indudable belleza.
He aquí mi pequeño homenaje a estas plantas que, en nuestro deambular por las ciudades y campos, muchas veces nos pasan desapercibidas. Deberíamos parar, aunque sólo fuera un instante, nuestro frenético ritmo de vida y contemplar con delectación estos pequeños seres con los que Díos nos regala.
Quizás la verdadera felicidad esté en estas pequeñas cosas.
4 comentarios:
¡¡Es un gran sol en su micromundo!!
Muchas gracias por tu comentario, Maite.
Besos.
Hace un tiempo escribí algo de esas pequeñas cosas que hablas, especialmente hoy son para ti.
Pequeñas cosas.
Sabes qué necesita un niño para sentirse seguro.
Una caricia.
Sabes quién cuenta en la madrugada.
Quién te dice que la luz pronto llegará.
El lucero del Alba.
¿Sabes quién dice que te bañas en el mar?
El sabor a sal.
Sabes quién dice el que está triste.
Una lágrima.
Quiero dar esa caricia...
Ese lucero pequeño.
Sal en mis... pezones, noches veraniegas.
Lágrimas de otra felicidad.
¿Sabes quién es el mayor mentiroso?
El sol del ocaso, promete cuando toca el mar horizontes dorados.
Luces que desbordan las miradas.
Precipitándolas a la inmensidad oscura... la noche.
¿Sabes? … caricia en la noche.
Luceros en nuestros gemidos.
Sudores salados.
Lágrimas de emociones, la noche se va…
La noche, el sol, amaneceres y pequeñas cosas.
Cala de Mijas, año 2006
Las pequeñas cosas son las que nos mueve, en tu reloj los pequeños segundos. No las horas.
Las horas que vives, no los días que terminas.
Los días que terminas y no los años que recuerdas.
Muy bonito, Lola.
Tierno y hasta sensual.
Refleja fielmente como eres.
y...¿Cómo eres?
Pues...
¡Un cielo de mujer!
Besos.
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