CIENTO DIEZ

A estas alturas de mi vida, con un bagaje de formación intelectual y con un cúmulo de vivencias y experiencias profesionales y personales, creía que estaba ya cercano a lo que se ha venido en llamar "de vuelta de todo".

Pero mi capacidad de estupor parece que no tiene límites y he de reconocer que me falta todavía mucho por ver y aprender.

Resulta que, a instancias del que parece ser "autor intelectual" del asunto, Don Miguel Sebastián, a la sazón ministro de industria, el consejo de ministros ha decidido, en plena crisis de diarrea mental, prohibir circular a más de 110 kilómetros por hora en autopistas, (de pago naturalmente), y autovías en todo el territorio nacional. En una "improvisación", (según las propias palabras del ínclito D. Alfredo Pérez Rubalcaba), inaudita, se nos dice que tamaño disparate obedece a la necesidad de "ahorrar", "porque el coste de la gasolina podría poner en peligro la recuperación de la economía", (sic).


Considero pertinente informar a mis seguidores del desglose del precio de la gasolina. Pero antes, sería interesante comprobar los precios de los carburantes a mediados de 2008, fechas en las que el barril de Brent alcanzó los 147 dólares y el precio actual que, con la subida del barril por los actuales acontecimientos en el mundo árabe, alcanza los 112 dólares. Este fin de semana, en las afueras de Madrid, en gasolineras de la carretera de La Coruña, el precio del litro de carburante se situaba en nada menos que 1,36 Euros. Lo sé, porque lo he sufrido en carne propia.


Pero, vayamos con el desglose del precio de la gasolina. En el momento actual, el precio de un litro de carburante, puesto ya en el punto de venta, refinado y con el coste de la retribución de mayoristas y minoristas, se sitúa en 0,639 Euros. El resto, hasta el coste total, es decir, 0,721 Euros, se va en impuestos. Concretamente, en el Impuesto Especial, Impuestos Autonómicos Y el Impuesto Estatal. ¿Qué significa ésto? Pues, ni más ni menos que, algo más del 53% del precio que pagamos por cada litro de carburante, cada vez que entramos a una gasolinera, vuela libre hacia el Estado y todos los Reinos de Taifas que son las Autonomías. Considero necesario destacar que, sin ir más lejos, en el pasado mes de Enero, el precio del barril Brent se situaba en 98 dólares, mientras seguía subiendo el precio para nosotros los dormidos ciudadanos. Un ciudadano norteamericano paga la mitad que nosotros por el mismo litro de gasolina porque paga exclusivamente 0,12 dólares de impuestos. Por poner un ejemplo.


Y, mientras en otros países se está pensando seriamente aumentar la velocidad de circulación por las carreteras por razones obvias de agilidad y operatividad, aquí no se les ocurre otra cosa a nuestros cerebros gobernantes que aumentar el precio y disminuir la velocidad. Porque hay que mantener a toda costa este tinglado que suponen las autonomías, tinglado que no funciona. Parece evidente que la solución más lógica sería disminuir la presión fiscal sobre el carburante, pero ésto no se les pasa por la cabeza.

Lo más incongruente de todo ésto es que se va a limitar la velocidad de los vehículos en calles de un solo carril o un carril por sentido, (o sea, la inmensa mayoría), a 30 kilómetros/hora, "para evitar atropellos a peatones", (sic). Sólo de pensar los pitotes que se van a organizar en ciertas calles de Madrid y otras ciudades, se me abren las carnes. Pero hay una segunda parte. Cualquier mediano observador y usuario de un vehículo, sabe que el consumo de combustible es mayor a 30 kilómetros/hora que a más velocidad, por la simple razón que un vehículo no puede circular en marchas largas, sino en cortas que son las que más consumen. Los expertos auguran un aumento del consumo por esta razón en un 40%. ¿En qué quedamos entonces?


Yo propongo a Don Miguel Sebastián, ministro de industria, que está obsesionado con el ahorro y tuvo las dos felices ideas para ahorrar de que no nos pongamos corbata y regalarnos una bombilla de bajo consumo fabricada en China, (gracias, ministro, por fomentar la productividad de nuestra industria nacional), varias ideas más, con lo que el ahorro sería muy superior.


1ª).- Ya que estamos en el país con más prohibiciones de Europa. (Todo está prohibido, fumar, beber un vaso de vino en la comida, ir a más de 110 kilómetros/hora, bajo multa, etc.), prohíba usted los coches. Ya, de perdidos al río. Ni un solo coche por las calles, ni siquiera aparcado, bajo amenaza de embargo. No me negará usted, ministro, que el ahorro sería manifiesto.


2ª).- Ante el peligro que la ciudadanía se mosquee, (no vayan ustedes a perder las elecciones), le propongo un nuevo "Plan Renove". Consiste en entregar nuestro vehículo a cambio de un carro con uno o varios burros, dependiendo de cada unidad familiar y el número de sus componentes. En el precio del carro y los burros, podríamos obtener un descuento. Por ejemplo, un 10%. ¿Qué le parece?


3ª).- Limitar la velocidad a 30 kilómetros/hora en todas las vías, carreteras, autovías y autopistas de peaje. Y, a todo el que sobrepase la citada velocidad, siquiera en un kilómetro, una multa de 1.000.000 de Euros. Así, lo que se pierde en impuestos de carburantes, lo ganan ustedes en multas y, además, ya no tendríamos nada con lo que mantener nuestros vehículos. De esta manera, tendríamos que usar por co....s el transporte público con esa rebaja que ahora nos hacen del 5%, rebaja que no es tal porque justo el 1 de Enero subieron ustedes el precio de los billetes de RENFE exactamente en la misma cuantía. Por cierto. ¿No hubiera sido más congruente hacer esa rebaja a principios de la crisis, fomentando el uso del transporte público? ¡Ah!, claro. Es que, en España no había crisis. Perdón, lo había olvidado.


4ª).- Eliminación total de todas las carreteras, autopistas de peaje y autovías, desarrollando en su lugar caminos forestales flanqueados por bellos árboles, con lo que los ecologistas se pondrían muy contentos y se asegurarían su voto. Eso sí, no se les olvide adecuar la anchura de dichos caminos a la de los carros.


¿Será por ideas?


Éste es el gobierno que tenemos. Y la sociedad, o sea, nosotros, dormidos, vacíos de contenido, esperando a la próxima ocurrencia de Belén Esteban o a la nueva novia de Paquirrín. Nada hay que más tema un gobierno que los ciudadanos salgan a la calle hartos ya de que se nos manipule, se nos tome por gilipollas y se nos aplaste de todas las maneras posible. ¡Ah! Y que no se nos olvide que en España hay más de cinco millones de parados y se prevén este año trescientos mil embargos de viviendas por no poder hacer frente sus moradores a las cláusulas leoninas e ilegales de sus hipotecas. ¿No habrá llegado ya la hora de decirles a estos cretinos quién manda en España?


Mientras ésto llega, si Dios quiere.


¡¡¡Vayan ustedes a la mierda!!!